Fandom: Original
Palabras: 464
Advertencias: ¿Algo de violencia?
Nota: Este drabble pertenece a la tabla de "Pecados Capitales" (Ira) del foro Retos Ilustrados.
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Cuelga el teléfono y, a continuación, se oye un grito ensordecedor que desgarra el aire y se extiende por toda la ciudad. Un arranque de ira termina tirando los papeles al suelo. Está enfurecido.Lo siente fluir en sus venas. Algo que sólo es comparable con la lava emergiendo en un volcán; que debe hacer erupción.
Odio se adueña de él y deja de ser alguien conocido.
Odio invade cada célula de su cuerpo y se apodera de él. Su compañera, Rabia, lo guía hasta el exterior de su oficina. Ella enceguece sus ojos y nubla su mente, porque lo único que quiere hacer en este momento… es destruir.
Ah, sí. Acabar con la insulsa mujer que destruyó sus metas y terminó con todo lo que había conseguido hasta el momento. Porque ella no tiene el derecho de ser mejor; y Rabia lo sabe.
Puesto que ella es bondadosa, y quiere que nadie se interponga en su camino, le da el certero empujón que necesita para irrumpir en el despacho de la dama.
La esbelta mujer de cabellos color caoba, sonríe de medio lado. Ella lo conoce, demasiado bien; más de lo que querría, incluso. Sabía que vendría.
Y él, al ver sus aires de superioridad, al ver su cinismo, deja que Ira tenga el control total de sus acciones.
El hombre sólo quiere que ella admita que es él quien tiene todo poder. Que él es superior; superior a ella. Porque es inofensivo cuando tiene el control. Pero sólo ella le hace perderlo.
No puede permitirlo. Y, para suerte, Ira, Rabia y Odio lo ayudan a cumplir con el cometido que lo llevó hasta allí. Avanza hasta el escritorio y, de un manotazo, hace volar los archivos. La mujer cruza los brazos y se recuesta contra el respaldo de la silla. Lo veía venir.
El hombre, gritando, la nombra con insultos. Pero ella no se inmuta, no se quiebra. Él sigue insistiendo, pero infructuosamente.
Ahora él sólo quiere borrar aquella sonrisa de su cara…
…Razón, por fin, hace acto de presencia. E Ira, satisfecha de los resultados, decide retirarse silenciosamente. Junto a ella, Rabia y Odio.
Razón le devuelve la vista… y también su cordura. El hombre nota que sus manos rodean el cuello de la mujer y que el rostro de ésta, ha cambiado de tono.
Ella posa su mirada en él. Y éste nota que sus ojos están adornados con lágrimas. Retira sus manos del níveo cuello y se horroriza de lo que ha hecho (o de lo que estuvo a punto de hacer). Aparta la mirada segundos después, la culpa es muy fuerte.
Sin más, se retira en silencio de la habitación. Ella se abraza con ímpetu y sigue sin poder creerlo. La verdad es… que ella no lo conoce.
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Bien, mi tercer reto ya está aquí. Si quieren alegrarme el día con un breve comentario, lo agradecería ;).
Un beso.
Un beso.